Un presunto y controversial caso de abducción alienígena que ocurrió en plena luz del día conmovió a la ciudad de Rosario, Argentina en Octubre de 1998. El jueves 22 de octubre de ese año, a eso de las dos menos cuarto de la tarde, un comerciante ciego llamado Esfren Godoy se dirigía a la peluquería de su hija.
Mientras caminaba e intentaba cruzar la calle, un joven se ofreció a ayudarlo y luego le pregunto hacia donde se dirigía. Cuando Esfren le contestó, el joven indico que él también se dirigía hacia ese lugar y si le parecía bien podían caminar juntos. A Esfren le pareció una buena idea porque esto significaría que podría llegar más rápido a su destino. Lo que no se imaginaba era lo que ocurriría más tarde.
Mientras caminaban, Esfren comenzó a sentirse mal, como si las fuerzas dejaran su cuerpo. Lo sorprendió mucho ya que nunca le había pasado algo así. El joven intentó apoyarlo contra una pared para balancearlo pero Esfren notó rápidamente que no era una pared sino algo metálico y asumió que era quizás un portón. De ahí en más, no recuerda exactamente qué pasó, si estuvo desvanecido o cuánto tiempo había transcurrido. Su próximo recuerdo era estar en lo que parecía ser una camilla, en una sala de operación…