¿Es posible que aquellas personas que hayan muerto de una manera trágica puedan de alguna forma comunicarse con los vivos para ayudar a esclarecer sus propias muertes? La siguiente historia en Inexplicados es el asombroso caso de Melanie Uribe y Etta Smith. Dos mujeres que jamas se cruzaron en la vida… pero que la muerte les daría una oportunidad para hacerlo.
El 15 de diciembre de 1980, Melanie Uribe, de 31 años, era enfermera en el Hospital Pacoima en Burbank, California y madre soltera de un hijo de ocho años. Cuando iba de camino a su trabajo en su camioneta, varios testigos vieron a dos hombres entrando a la fuerza en su vehículo, mientras Melanie esperaba en un semáforo.
Cuando no se presentó a su turno en el Hospital Pacoima , el jefe de Melanie telefoneó a su casa… pero no obtuvo respuesta. Siempre fue una mujer confiable y puntual y este tipo de comportamiento era fuera de lo normal. Temiendo lo peor, el jefe llamo a la policía y a la mañana siguiente habían encontrado su camioneta, quemada, y también su uniforme de enfermera.
Pero lo más bizarro acerca de esta historia estaba a punto de comenzar…