Author: Inexplicados

En marzo de 1956 el Mayor William Cunningham del comando de misiles de la fuerza aérea norteamericana, estaba acompañado por su asistente el sargento Jonathan Lovette. Se encontraban en White Sands, un campo de pruebas de misiles en Nuevo Mexico, recogiendo escombros de una prueba reciente de cohetes… sin saber que dentro de muy poco, sus mundos cambiarían por completo.

Mientras su búsqueda los alejaba de los sitios de lanzamiento, los dos hombres se alejaron un poco y el sargento Lovette desapareció temporalmente sobre la cresta de una pequeña duna de arena.

A eso de las 3 de las madrugada, el mayor William Cunningham escuchó un grito aterrador de Lovette. Como se encontraban en el desierto, Cunningham pensó que su compañero había sido atacado por una serpiente venenosa o un animal salvaje. Estaba preparado para luchar si fuera necesario.

Corrió rápidamente hacia donde se encontraba Lovette para poder socorrerlo… pero absolutamente nada pudo haberlo preparado para lo que fue testigo…

Esta curiosa y fascinante historia es acerca de un niño llamado Nazih Al-Danaf que nació en febrero de 1992 en el Líbano. Su historia fue documentada en forma extensa por el profesor de psicología Erlendur Haraldsson, de la Universidad de Islandia.

Desde muy temprana edad, Nazih afirmo haber tenido una vida anterior y dijo que su nombre real era Fuad. Según él, sabía exactamente como utilizar pistolas y granadas de mano. Dijo además que tenía una casa en la ciudad de Kabeyamun donde guardaba todas sus armas, y donde vivían su esposa e hijos.

Nazih además revelo algo que dejo a su familia estupefacta. Dijo que en su vida anterior, fue asesinado a tiros por unos hombres que entraron en el centro druso donde trabajaba.

A los seis años, hablaba de una forma muy peculiar, utilizando palabras y expresiones no típicas de su edad. Una vez le dijo a su madre:

“No soy pequeño, soy grande. Llevo dos pistolas. Llevo cuatro granadas de mano. Soy una persona fuerte y valiente. No te asustes por las granadas de mano. Sé cómo manejarlas. Tengo muchas armas. Mis hijos son pequeños y quiero ir a verlos.”

Una historia realmente fascinante. Mira este video hasta el final.

¿Es posible que exista un puente invisible entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos?¿Un medio, que permita que entidades o espíritus que no están físicamente más con nosotros, aparezcan, se comuniquen o nos hagan daño?

Todo comenzó en febrero de 1989 cuando la familia Wyrick, compuesta de Lisa y Andrew Wyrick y su pequeña hijita de tres años Heidi se mudaron al pequeño pueblo de Ellerslie in Georgia, EE.UU.

Después de poco tiempo de la mudanza, la pequeña Heidi comenzó a ver a un anciano que venía a jugar con ella todos los días.

La primera vez que Lisa Wyrick, la madre de Heidi, escuchó acerca de esta persona,  fue cuando la pequeña le preguntó si podía ir a jugar con un hombre que estaba hablando con ella afuera.

Asustada de que esta persona fuera un delincuente que quería secuestrar a su hija, la madre cerró la puerta con llave y llamó inmediatamente a su esposo. Los padres buscaron desesperadamente a este hombre pero nunca lo encontraron.

Una historia por demás espeluznante. Mira este video hasta el final.

Uno de los acontecimientos ufológicos más importantes de la historia es sin ninguna duda el que ocurrió en una granja en Nuevo México, cerca de la ciudad de Roswell en los Estados Unidos.

Allí, durante una severa tormenta a principios de julio de 1947, un granjero llamado  William Brazel encontró restos de materiales muy parecidos al aluminio que no se podian cortar, quemar o arrugar. ¿Qué paso realmente en Roswell?

Sorprendido por el hallazgo, decidió recoger parte de este material y llevárselo al sheriff George Wilcox, quien después de examinar los restos, contacto inmediatamente a la base de la Fuerza Aerea del Ejército en Roswell. El comandante Jesse Marcel fue elegido para investigar el lugar del accidente e informar a su superior, el coronel William H. Blanchard.

En un pueblo pequeño de Turkia, el 9 de mayo de 1958, un hombre llamado Selim Fesli fue acribillado brutalmente en el campo. Le habían disparado en la cara y en su oreja derecha y falleció unos días más tarde en el hospital, sin poder nombrar a su asesino.

Después de una investigación policial, el vecino de Selim Fesli, Isa Dirbekli admitió haberle disparado a Fesli pero dijo haber sido por accidente cuando estaba cazando conejos. Aunque los disparos fueron claramente a quemarropa, un juez creyó su versión y Dirbekli pasó solamente dos años en la carcel.

Un par de meses después de este acontecimiento, en un pueblo cercano llamado Sarkonak, un niño llamado Semih Tutusmus nació. Desde muy pequeño cuando comenzó a hablar dijo que su verdadero nombre era Selim Fesli.

Más allá de que uno piense que podría ser el caso de un niño con una imaginación extraordinaria, la madre de este pequeño tuvo un sueño muy peculiar en sus últimos días de embarazo, en el cual un hombre que se identificó como Selim Fesli se apareció con su cara ensangrentada y dijo haber sido asesinado pero que reencarnaría en la forma del hijo que ella estaba esperando.