Es muy difícil encontrar evidencia física de experiencias de secuestro alienígena, pero un caso en Australia podría llegar a ser la excepción.
El 23 de julio de 1992, Peter Khoury , un residente de Sydney de origen libanés, había sido atacado salvajemente por tres hombres en su trabajo y, como consecuencia, estaba tomando medicamentos fuertes y se encontraba postrado en cama. La mañana en cuestión, logró con mucha dificultad llevar a su esposa a la estación de tren y una vez de regreso a su casa, volvió a meterse en la cama y se desmayó, solo para despertar unos minutos más tarde.
Estaba sentado con la espalda recta y mirando a dos mujeres sentadas en la cama. Eran de aspecto extraño, con una rara expresión de ojos vidriosos. Una parecía ser de origen asiático, de la india ; la otra tenía el pelo rubio, con ojos dos o tres veces más grandes de lo normal. Sus pómulos parecían anormalmente altos. La mujer morena miraba de cerca a su compañera, como si la rubia le estuviera demostrando algo.
Intentaron tener contacto íntimo con Peter y más allá de las bromas que esta historia podría generar, En este caso, hay una evidencia irrefutable. El hallazgo de dos cabellos de una de estas mujeres.
Aunque muchos secuestrados han informado experiencias intimas con extraterrestres (o como piensan algunos investigadores, híbridos extraterrestres y humanos) como el caso Antônio Villas Boas en Brasil, ninguno ha salido de la experiencia con una supuesta parte de un cuerpo extraterrestre.
En 1999, Bill Chalker, químico de profesión y reconocido investigador de ovnis por vocación, llevó los dos cabellos a un grupo de bioquímicos para su análisis. El informe dice lo siguiente…