La noche del 25 de enero de 1967 en South Ashburnham, Betty Andreasson estaba en su casa con sus siete hijos y sus padres. Aproximadamente a las 6:30 de la tarde, las luces de la casa se apagaron repentinamente por un momento. Luego, una luz intermitente de color naranja rojizo brilló en la ventana de la cocina.
Betty trató de calmar a los pequeños que estaban asustados mientras su padre se apresuraba a mirar por la ventana de la cocina para averiguar de dónde provenía esa luz. El padre de Betty vio un grupo de criaturas pequeñas de aspecto extraño acercándose a la casa con un movimiento de salto.
Los extraños seres entraron a la casa e inmediatamente, pusieron a toda la familia excepto a Betty en un estado de animación suspendida como si estuvieran en televisión y alguien hubiese presionado el botón de “pausa” en el control remoto.
Una de las criaturas se acercó al padre de Betty y el líder de los otros cuatro estableció comunicación telepática con ella.
El líder medía unos cinco pies de altura. Los demás medían unos cuatro pies Todos tenían cabezas grandes en forma de pera, ojos grandes de felinos y orejas y narices diminutas. Sus bocas eran hendiduras inmóviles que parecían cicatrices. Cada uno vestía un uniforme azul adornado con un cinturón y una insignia de un pájaro en sus mangas. Sus manos tenían tres dedos y flotaban en lugar de caminar…