Cada época tiene la tendencia de mirar hacia generaciones pasadas y juzgar las costumbres, creencias y tradiciones de la época. Pero sería justo decir que existen pocos períodos en la historia de la humanidad que se consideran tan extraños como la Edad Media.
Desde la inexistencia de agua potable, forzando a la gente a tomar vino en el desayuno, animales e insectos sometidos a juicio si infringían la ley hasta los métodos más brutales de tortura conocidos. La vida durante la edad media estaba llena de pandemias, brotes y millones de personas muertas por estas enfermedades. La esperanza de vida era solamente de 31 años.
Una vida así, podría conducir a cualquier persona a un ataque de nervios o al borde de la locura. Como por ejemplo el caso de brote de monjas maulladoras y mordedoras en Europa. Unos casos desconcertantes de histeria colectiva que se apoderó de varios conventos en Europa.
El caso de las monjas maulladoras comenzó en Francia, cuando una de ellas en un convento aislado del norte comenzó a maullar como un gato… un animal que en esa época estaba estrechamente asociado con el diablo. En el siglo trece, el Papa Gregorio Noveno, creía que los gatos llevaban el espíritu del mismo Satanás dentro de ellos.
En siete días, todas las demás monjas del convento empezaron a maullar y ronronear: incluso organizaron sesiones de maullidos por la tarde que duraron horas. El incesante maullido desconcertó y enfureció a los residentes del vecindario circundante.
Nada podía hacer que pararan de maullar, hasta se hicieron exorcismos… que no funcionaron. Para contener la situación, se trajeron soldados a quienes se les asignó la tarea de azotar y golpear a las monjas. Rápidamente, esta situación se controló y las monjas pararon de maullar ante la consecuencia brutal a la que se enfrentaban…