Un avistamiento de ovnis en la noche del 29 de diciembre de 1980 cambió la vida de tres tejanos para siempre, y no para bien. En el extremo sur de un bosque de pinos al este de Texas, dos mujeres de edad madura: Betty Cash y Vickie Landrum acompañados por Colby, el nieto de siete años de Vickie, se encontraron con un enorme objeto en forma de diamante justo encima de unos árboles a unos 39 metros de distancia. Betty Cash, quien conducía el vehículo, pisó el freno inmediatamente y las dos mujeres salieron del automóvil y comenzaron a sentir un intenso calor. Sus caras parecían estar ardiendo y cuando Vickie volvió a entrar en el coche y tocó el salpicadero para estabilizarse, dejó la huella de su mano.
Explotando fuego y calor, el OVNI ascendió lentamente. De repente, los testigos observaron 23 helicópteros que aparecieron desde varias direcciones, posicionándose cerca de la extraña nave. En la entrevista que tendrían meses más tarde con representantes de la fuerza aérea norteamericana, los testigos dijeron que estos helicópteros tenían la insignia de la fuerza aérea. Otros automovilistas vieron el objeto y los helicópteros desde diferentes lugares más distantes. Eventualmente, el OVNI y los helicópteros se perdieron de vista. Pero este episodio seria solamente el comienzo de una serie de infortunios para los testigos…