En la noche del 21 de agosto de 1955, cinco adultos y siete niños visitaron la estación de policía de Hopkinsville, Kentucky, con una historia por demás extraña. El caso tuvo lugar en una granja rural perteneciente a la familia Sutton.
Esa noche, uno de los hombres que estaba visitando la vivienda, salió de la casa a buscar un balde de agua y observo un objeto volador no identificado que pasaba por encima de los árboles y aterrizaba en un campo aproximadamente a una cuadra detrás de la casa.
Cuando ingreso a la vivienda para comentar lo que vio… todos los ocupantes, observaron desde las ventanas seres extraños que se estaban acercando a la casa. Los testigos afirmaron que estaban aterrorizados. Las extrañas criaturas eran de un metro y medio de altura… con ojos enormes y brillantes, orejas erguidas y puntiagudas… piernas frágiles y brazos delgados. Tenían garras y estaban vestidos con trajes plateados ajustados al cuerpo. No parecían estar caminando sino flotando como si estuvieran vadeando en el agua. Las criaturas nunca entraron a la casa, sino que fueron sorprendidas mirando por las ventanas y las puertas.
Los hombres tratando de defender a sus familias de un eventual ataque, sacaron sus armas mientras observaban a uno de los seres apretando su cara contra la ventana. Cuando uno de los hombres le disparo, el rostro desapareció…